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Vol. 1. Núm. 3.
Páginas 29-37 (Junio 2018)
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Infarto de miocardio silente y riesgo de insuficiencia cardíaca a largo plazo
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Waqas T. Qureshia, Zhu-Ming Zhangb, Patricia P. Changc, Wayne D. Rosamondd, Dalane W. Kitzmana, Lynne E. Wagenknechte, Elsayed Z. Solimanf
a Department of Internal Medicine, Section on Cardiology, Wake Forest School of Medicine, Winston Salem, North Carolina;
b Epidemiological Cardiology Research Center, Department of Epidemiology and Prevention, Wake Forest School of Medicine, Winston-Salem, North Carolina;
c Division of Cardiology, Department of Medicine, University of North Carolina at Chapel Hill, Chapel Hill, North Carolina;
d Department of Epidemiology, Gillings School of Global Public Health, University of North Carolina at Chapel Hill, Chapel Hill, North Carolina;
e Division of Public Health Sciences, Wake Forest School of Medicine, Winston-Salem, North Carolina.
f Department of Internal Medicine, Section on Cardiology, Wake Forest School of Medicine, Winston Salem, North Carolina; Epidemiological Cardiology Research Center, Department of Epidemiology and Prevention, Wake Forest School of Medicine, Winston-Salem, North Carolina;
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ANTECEDENTES Aunque el infarto de miocardio silente (IMS) supone alrededor de la mitad del número total de infartos de miocardio (IM), el riesgo de insuciencia cardíaca (IC) en los pacientes con IMS no está bien establecido.

OBJETIVOS El objetivo de este estudio fue examinar la asociación del IMS y el infarto de miocardio con manifestaciones clínicas (IMC) con la IC, en comparación con los pacientes sin IM.

MÉTODOS Se incluyó en este análisis a un total de 9243 participantes en el estudio ARIC, Atherosclerosis Risk in Communities Study que no presentaban enfermedad cardiovascular en la situación inicial (visita 1 del ARIC: 1987 a 1989). El IMS se denió como la presencia de signos elec trocardiográcos de IM sin IMC después de la situación inicial y hasta la visita 4 del ARIC (1996 a 1998). Se registraron los episodios de IC a partir de la visita 4 del ARIC y hasta 2010, en los individuos que no presentaban IC antes de esa visita.

RESULTADOS Entre las visitas 1 y 4 del ARIC, se produjeron 305 IMS y 331 IMC. Después de la visita 4 del ARIC y durante una mediana de seguimiento de 13,0 años, hubo 976 eventos de IC. La tasa de incidencia de IC fue superior tanto en los participantes con IMC como en los que sufrieron un IMS, en comparación con los participantes sin IM (tasas de incidencia por 1000 años-persona de 30,4, 16,2 y 7,8, respectivamente; p < 0,001). En un modelo ajustado respecto a los parámetros demográcos y los factores de riesgo para la IC, tanto el IMS (hazard ratio [HR]: 1,35, intervalo de conanza [IC] del 95%: 1,02 a 1,78) como el IMC (HR: 2,85; IC del 95%: 2,31 a 3,51) se asociaron a un aumento del riesgo de IC, en comparación con la ausencia de IM. Estas asociaciones fueron uniformes en los diversos subgrupos de participantes, estraticados según varios factores predictivos del riesgo de IC. Sin embargo, el riesgo de IC asociada al IMS fue mayor en los pacientes de una edad inferior a la mediana (53 años) (HR: 1,66; IC del 95%: 1,00 a 2,75 frente a HR: 1,19; IC del 95%: 0,85 a 1,66, respectivamente; valor de p para la interacción global según el tipo de IM < 0,001).

CONCLUSIONES El IMS se asocia a un aumento del riesgo de IC. Serán necesarias nuevas investigaciones para examinar la relación costo-efectividad del screening del IMS como parte de la evaluación del riesgo de IC, y para identicar posibles tratamientos preventivos para reducir el riesgo de IC en los pacientes con IMS. (J Am Coll Cardiol 2018;71:1–8) © 2018 American College of Cardiology Foundation.

Palabras clave:
electrocardiograma, insuficiencia cardíaca, infarto de miocardio silente
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